Llegamos a los dos últimos días de mi pequeño viaje familiar de estas vacaciones. Ya hemos visto los días que pasamos en Ávila y Galicia y hoy toca visitar dos lugares más.
Comenzamos por Segovia.
Llegamos por la tarde con una lluvia tremenda y después de instalarnos en el maravilloso hotel salimos a dar un paseo por la ciudad. Zapatillas puestas y andamos hacia la catedral, al llegar la estaban cerrando, las 6:30 y cerraban la catedral? Si, a las 6:30-7 cerraba todo! De modo que nos dirigimos a ver el acueducto que era de las pocas cosas a las que no había que entrar y podías ver las 24 horas.
Después de dar un paseo por la ciudad y mojarnos un poco nos fuimos a cenar. En la plaza de la catedral encontramos un sitio bien de precio. Antes de volver al hotel visitamos de nuevo el acueducto para verlo iluminado. El acueducto es el mejor y más completo que nos queda de todos los que se construyeron en el Imperio Romano. Debió ser a finales del S.I o primeros del S.II. Está compuesto de 166 arcos de medio punto y su longitud total es de 638 m.
Al día siguiente, por la mañana, tocaba visitar el Alcázar, visita obligatoria. El Alcázar fue construido como una fortaleza, pero ha servido como un palacio real, prisión estatal, centro de artillería y academia militar. La primera noticia documental que se conserva del edificio data del año 1122, poco después de que Alfonso VI de León reconquistase la ciudad, pero los restos más antiguos hace suponer que en tiempos de los romanos ya hubo una fortificación en ese lugar. Durante el reinando Alfonso X se hundió el palacio con él en su interior, en 1862 un incendio destruyó los techos de madera.
Desde allí comenzamos nuestro camino de vuelta a casa pero antes realizamos una parada para comer. Paramos en La Granja de San Hildefonso. El rey Felipe V en el año 1718 compró los terrenos con la intención de edificar un palacio, en 1721 comenzaron las obras. Felipe V se retiró a este lugar en 1724 y durante los veinte años siguientes engrandeció los jardines y el palacio, que fue usado como residencia de verano por todos sus sucesores hasta Alfonso XIII. El Palacio es un bello ejemplo de arquitectura palatina europea, con jardines y fuentes de estilo versallesco.
Un lugar precioso, solo tuvimos tiempo de ver los jardines, que son enormes y con unas fuentes monumentales. Después de comer ya pusimos rumbo fijo hasta Valencia. Llegamos casi a la hora de cenar.
Pasamos 5 días en familia, probablemente el último viaje que podamos hacer los 4 juntos, como os expliqué en el primer post sobre le viaje. Os ha gustado este resumen de mis vacaciones? Conocíais los lugares?
*Irene*
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